De Van Gogh a Gauguin y el corte de oreja
No solo la música del famoso grupo español que, aunque no explica el origen de su nombre, ha inmortalizado una historia que producto de un exabrupto cambió la vida de un hombre que después de su deceso, así como otros de su época, no ha sido necesario sobredimensionar, por ser, por lo que ha sido en su vida, de una dimensión extraordinaria.
De Holanda (Vincent van Gogh) y de Francia (Paul Gauguin) que, para el mundo, lograron un histórico “Join Venture profesional”, que culminó en una histórica separación de la luz que irradiaban dos súper mentalidades de la creación pictórica y la extirpación de uno de los órganos captadores de sonidos y conductores auditivos, hacia el oído medio, una de las orejas del insigne Vincent van Gogh.
Ambos, antes, durante y después hacían gala del respeto mutuo, pero está comprobado, que las estrellas pueden caminar juntas un largo trecho y hasta son capaces de crear constelaciones, pero la separación en el porvenir es “crónica de una separación anunciada”, sin desmedro de la “Crónica de una Muerte Anunciada” de Gabriel García Márquez.
La frase en el elogio de sus pinturas de Martinica que todas/os estamos retadas/os a asumir, habla por muchas y muchos, así como también, por las obras de esas dos luces del postimpresionismo (movimiento artístico que nace en Francia a finales del siglo XVIII):
• Vincent van Gogh
Aunque es una prédica universal que, convenientemente se
repite y que, en ocasiones, hace gala de la simulación, ha de expresarse con
inclinación por respeto a estos dos hombres del arte de la representación
gráfica que utiliza pigmentos mezclados con otras sustancias aglutinantes,
orgánicas o sintéticas y en que se hace gala de la pintura y de la composición
pictórica, y el dibujo, invitando a la concentración armoniosa para la
satisfacción sentimental del momento visual vivido:
“Honor a Quienes
Honor Merecen”
Dr. Pablo Valdez
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