Todo pirata tiene su bandera

 Porque la universidad es otra cosa 

Navegar o andar por la vida sin licencia de autorización, convierte a cualquier mortal en un pirata del destino.

Aunque los piratas modernos, que realizan sus piraterías aprovechando el intelecto de otro u otros, no se identifican con banderas de terror como ocurría con los que accionaban en alta mar y que con la sola presentación en la proa de su embarcación, de una bandera de identificación roja, de significado siniestro o negra de mayor tregua en su acometida, pero, que no disminuía el mensaje de terror que emitían, ciertamente, que de delito, tanto sabían aquellos, como hoy, lo saben estos.

De toda forma, el mensaje es el mismo, con el agravante, de que los piratas del ayer, usaban atuendos y máscaras, los de hoy expresan su descaro sin disimulo alguno.

Ésos, los de ayer, eran poco identificables. Aquellos, asolaban, maltrataban, a veces, asesinaban, pero se marchaban sin retorno ; los piratas de hoy, nunca se marchan, siempre renovan sus acciones y no pierden tiempo en seguir haciendo daños permanentemente.

Los piratas de ayer, se pierden en la búsqueda de lo desconocido, porque precisamente, es lo que no encuentra cualquier humano. Los de hoy, practican la filosofía del menor esfuerzo, dejando que otros hagan para luego, adueñarse de  sus producciones y así, tratar de ganarse los lauros ajenos con las falacias, propias de sus iniquidades, que deberían ser objetos en su contra, de los laudos judiciales.

¿Cómo en tus piraterías modernas inmolarás al memorable Jack Sparrow,  personaje de ficción de la serie cinematográfica Piratas del Caribe, manifestando ante las miradas observadoras del escenario presente?

“A mí no me mires, yo tengo las manos limpias”, cuando en tu piratería moderna, tú has hecho y sigues haciendo tanto daño en tu entorno.

Dr. Pablo Valdez