Con apego a la institucionalidad uasdiana

Porque la universidad es otra cosa.



En nuestra gloriosa Universidad Autónoma de Santo Domingo, cada cuatrienio que representa el periodo de tiempo en que, por la libérrima voluntad del voto académico, se cambia de gestión gerencial en cada una de las segmentaciones institucionales, surge la esperanza sectorial, de mejoras que podrían ser producto o no, de promesas electorales que se hayan realizado.

Cómo es natural, las esperanzas individuales y/o colectivas no logradas en un periodo de tiempo operativo de cada gestión, trae reacciones que afectan el normal funcionamiento institucional, cosa ésta, que no es exclusiva de la universidad del Estado.

La Universidad Autónoma de Santo Domingo, tiene el orgullo de ser la única institución del Estado, que se gerencia con la representación institucional de un co-gobierno en cada una de sus unidades operativas, docentes y administrativas, que integra a profesores/as, estudiantes de ambos sexos y servidores/as de la administración universitaria, perla envidiable, que llama a mantenerse cueste lo que cueste.

Sin embargo, ha de saberse, que para valorar en su justa dimensión, el sistema de gerencia institucional, la independencia mental es la herramienta fundamental. 

Nunca habrá una justa valoración institucional, sobre la base del apasionamiento y de la defensa a los intereses individuales.

Aunque los estilos de gerencia de cada gestión se pueden definir como equidistantes uno del otro, las dificultades para cumplir promesas de campaña han sido el talón de Aquiles que ha ocasionado el vilipendio, las inconformidades y, en muchas ocasiones, las protestas que, en ocasiones, son justificadas.

A pesar de lo justificado o no, los aplausos del momento en la búsqueda de posicionamientos electorales no deben hacer que se pierda de vista, que las acciones y expresiones armoniosas por la unidad de la familia universitaria, es lo que determina quiénes realmente aman la academia y quienes la quieren dignificar.

Reiteramos, que “la universidad, es otra cosa”. Como academia, el pensamiento, los análisis y la investigación, son pululantes permanentes entre los académicos para discernir entre lo que conviene y lo que no conviene institucionalmente.

Que la armonía, propia de los amantes apasionados de los verdaderos valores académicos de la institución más digna de Estado Dominicano, se imponga y se mantenga para el futuro promisorio que se vislumbra.

“Más Allá de la Meta Hay un Espacio, Juntos Haremos Grandes Cosas”


Dr. Pablo Valdez

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