El por qué no hacer leña del árbol caído.
Porque la universidad es otra cosa.
La información de parte de la joven que ayuda en casa, me hizo sentir triste y apesadumbrado. Las orquídeas que había sembrado, se estaban secando, ¡que gran preocupación!.
Y es que esas plantas tropicales, de un atractivo, solo comparable con la presencia de la representación del género femenil dominicano y del mundo, que como flor, fuera bautizada como “Orchis” por el filósofo griego Teofrasto para el siglo V a.C., es de una exorbitante e incomparable belleza en sus diferentes modalidades.
Sin embargo, el cuido se hizo presente a partir del momento y la pena fue efímera, cuando el revivir de la flor identificable de toda Orquídea, apareció con una esperanza en su resurgir, propia de todo árbol caído, que oportunamente resurge como el ave fenix que transite, esperanza y regeneración.
Es que “al árbol caído le queda la esperanza de volver a retoñar. Tal vez el tronco y las raíces se pudran en la tierra, pero en cuanto sientan el agua volverán a florecer, y echarán ramas, como árbol recién plantado”.
• Originalidad desconocida
Es solo de inteligentes, no reír ni juzgar ante el devenir tortuoso de otro espécimen humano en la ocasión, porque con la actitud, no define a esa persona, define quien eres tú y ante el posible resurgir, como es la esperanza de todo árbol caído, la reacción de la frustración se reflejará en tu rostro y no habrán excusas valederas de parte tuya, que valgan.
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos la carga de los otros y cumplí así la ley de Cristo”.
• Galatas 6:12
Amigo mío, has de saber que:
“Caer está permitido, ¡Levantarse es obligatorio!”.
• Proverbio ruso
Dr. Pablo Valdez
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