Frankenstein y la inteligencia artificial

 Porque la universidad es otra cosa 



Cuando la novelista, ensayista, dramaturga y biógrafa inglesa Mary Shelley, escribió la obra que le reconoció fama mundial, “Frankenstein o el Prometeo moderno”, originó una “metamorfosis psicológica” que establece dentro de lo inverosímil, la posibilidad de la creación de un cuchillo para la propia garganta.

Todo viene a colación de que, así como  Víctor Frankenstein, creó el monstruo de más de dos metros de estatura que luego, por la persecución que le originó y con la salud decaída, le causara la muerte, hay quienes, quisieran realizar un paralelismo de autodestrucción, entre ambos conceptos citados introductoramente. 


El monstruo, ideario de la historia de Mary Shelley, catapultó el nombre de Victor Frankenstein, no así, se podrá decir de la inteligencia artificial, ya que la obra de la extraordinaria escritora, nos coloca en el lugar observatorio de la ciencia ficción y del mito de la posible inmortalidad.

Hablar del afán humano por lograr una complementación progresiva de sus propias capacidades, a través de la conformación científica de máquinas inteligentes, no representa construir artefactos destructivos hacia el crecimiento humano.

La inteligencia artificial, reta y lo hace para construir y no destruir posibilidades de objetivos humanos. Élla está basada en un accionar y razón de ser, en la construcción de máquinas programadas para llevar a cabo determinadas tareas de forma automática exenta de supervisión.

Evidentemente que la inteligencia artificial, no tiene semejanza alguna con el conflicto que da vida a la obra de Mary Shelley, producto del resentimiento y rechazo que sintió el monstruo por parte de la sociedad, como se establece en dicha obra; más bien, ésta, es una rama de las ciencias de la computación, que permite la programación de máquinas para realizar inteligentemente, labores complementarias en el logro de los objetivos humanos.

“La inteligencia artificial no es una amenaza, el competidor que la aproveche si lo será para los demás competidores”.

Leo Piccioli


Dr. Pablo Valdez

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