La dignidad de un compromiso institucional
Porque la universidad es otra cosa
En la intríngulis de la política universitaria, se está dando un fenómeno que imita el accionar Inter partidaria del país. Me refiero al término negociación que cuya figura, desde mi punto de vista, en la convergencia académica no colige dignamente y más bien, denigra el nivel de posicionamiento intelectual que las/os académicas/os poseemos por nuestros aportes a la sociedad dominicana, a Las Américas y al mundo entero.“El verbo intransitivo negociar (que no tiene complemento directo), tiene su sustentación en la realización de operaciones comerciales con la intención de obtener un beneficio”.
En cada “proceso cuatrienal” de la academia, la desesperación por obtener lauros electorales lleva a la construcción de una oferta verbal, postulante y/o simulativa, basada en posibles negociaciones de las cuales, no hemos estado exentos, obligándonos a responder con nuestra afirmación de que el término negociación hacia apoyos institucionales, no existe en nuestro diccionario.
La academia, llama a la concatenación de ideas hacia aportes institucionales, hacia respeto a las normativas, hacia la capacitación de docentes, hacia acuerdos basados en planes y proyectos de crecimiento que permanezcan en el tiempo para el enriquecimiento de la docencia, la investigación y la extensión.
Cuando la cita hacia el porvenir es de una digna propuesta institucional, ahí estuvimos ayer, estamos hoy y por siempre concurriremos, toda vez, que el escenario represente la dignificación de la gloriosa familia universitaria.
En todos los procesos electorales en que hemos participado, nuestra conducta de respeto a nuestros compromisos nos ha llevado al cumplimiento, sin importar si nuestra contrapartida, cumple o no.
Actuar de frente al sol, es difícil pero, la naturaleza propia no debe tener relatividad, por lo que seguimos actuando sobre la base de acuerdos institucionales y no de negociaciones que tienen su sustentación en la realización de operaciones comerciales con la intención de obtener un beneficio particular.
La cita de la dignidad se acerca porque, los que tienen una bandera de dignidad, esperan pacientemente la oportunidad que Dios les tiene reservada, para con su accionar, agregarle valor a los demás.
“De veras hijo ya todas las estrellas han partido, pero nunca se pone más oscuro que cuando va a amanecer”.
• Isaac Felipe Azofeifa
Dr. Pablo Valdez
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