La investigación, un ¿por qué académico? imprescindible
Porque la universidad es otra cosa.
Cuando el novelista, poeta, dramaturgo y soldado español Miguel de Cervantes Saavedra manifestó, que:
“La lectura permite adquirir la herencia cultural, la que no
viene en los genes.”
“Leer nada o poco merma nuestras posibilidades de comprender y de comprendernos.”
Retó, no solo a leer, aprender y comprender, sino y básicamente a investigar antes que opinar.
Cuando se lee y relee, se aprende y si antes que opinar, se investiga, se asume el derecho a debatir sustentablemente, porque, como insistiera en decir reiterativamente el insigne político y estadista chino Mao Tse Tung, citamos:
“Sin haber investigado nadie puede tener derecho a opinar”.
Ha de saberse que la afirmación de Mao no debe obviar la indulgencia, propia del que valora la condición humana.
Puede haberse asumido un concepto de extrema duda y, además, antiacadémico y aun así, elucubrar para mejorar, eso es, investigar.
Ya lo dijo Voltaire (François-Marie Arouet; París, 1694 - 1778), escritor francés, que fuera una figura dominante de su siglo y uno de los principales pensadores de la Ilustración (movimiento cultural e intelectual surgido en Francia, Inglaterra y Alemania a mediados del siglo XVIII o Siglo de la Luz):
"Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo".
Aún así, perder el derecho a hablar y debatir por no leer, releer e investigar; es un delito moral de lesa humanidad porque, agravia, lastima y ofende el acervo personal que posee cada hombre y cada mujer.
Dr. Pablo Valdez
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