No hay paz cuando el odio mata al amor
Porque la universidad es otra cosa.
Llamó la atención mundial la frase que una ciudadana palestina manifestó a propósito de la guerra que se escenifica en el Medio Oriente, entre Israel y su país:
“Cuando nuestros esposos nos amen como familia tal cual odian a los judíos, ahí vamos a tener paz”.
• Mujer palestina doliente
La frase de referencia debería transformarse como una realidad, en el núcleo familiar en que la actitud amorosa sea circular y no lineal, atendiendo al hecho de la importancia que tiene en la familia la conducta del buen convivir humano.
No ha de dudarse de que La Paz se construye en la priorización del amor, porque lo que se ama no se agrede ni traiciona.
En el maravilloso encuentro de amigos, cuasi hermanos, del que hiciera referencia en días pasados, se discutió si amar y/o ser amado, constituye una necesidad. Como toda respuesta, la cita bíblica de los mandamientos:
Jesús le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas”.
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