Que nada ni nadie, te impida volar.

 

Porque la universidad es otra cosa. 

No debes dudar de que, si no naciste pollo, aunque te empolle o incube una gallina y si eres por convicción y condición un águila, nada ni nadie es óbice para que emprenda y mantenga tu vuelo. 

Muchas/os buscan de su avance con el apalancamiento del entorno, pero, por su mezquindad, odian el crecimiento horizontal, solo conocen del crecer verticalmente y suben sin mirar hacia abajo, perdiendo de vista, que todo lo que sube, por la ley de gravedad baja y entonces, no podrán mirar hacia arriba cuando no tuvieron la gallardía y humildad de hacer lo contrario en su oportunidad, de mirar hacia abajo.

No ha de perderse de vista la gratitud hacia el granjero que, como huevo, te rescató y entre polluelos te protegió, pero si eres águila, por naturaleza debes volar, volar y volar alto, poniéndote, tú sólo el techo que te limite, nadie más en su egocentrismo propio de la mezquindad que no permite el crecimiento de los demás.

Que nadie impida tu vuelo, que las dificultades que el paso por la vida te presente, sea el reto para tu permanente crecimiento y que sea ese crecimiento, motivo de decepción y frustración de los que no han valorado tus posibilidades humanas y tu capacidad para avanzar en la vida.

Eres águila que, por naturaleza, debe volar y volar alto. Solo tú eres dueña/o de esa condición y nada ni nadie posee el derecho de impedir tu vuelo, mismo que, como trayectoria personal, tiene tus metas definidas.

……y si te retan las dificultades que te presenta el camino, no permitas llegar al suelo sin abrir tus alas y emprender nueva vez tu vuelo. Sujeta tu manto divino y extiende tus alas, rétate a seguir y continúa el vuelo que te pertenece.

Dr. Pablo Valdez.



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