La auto gobernanza que se anhela, tiene sus bemoles
Porque la universidad es otra cosa.
Rechazar la participación del Estado en el proceder público
personal, acciona hacia el autarquismo por cuanto crea un gobierno
personalizado difícil de mantenerse en connivencia con la contemporaneidad
presente.
La actitud de soberbia expresiva involuntariamente, es cómplice del descontrol que lleva a la individualidad que erróneamente, convence de la posibilidad de un autogobierno pero, este concepto tiene sus bemoles, porque el que se cree auto suficiente para gobernarse así mismo, busca encontrarse en la posteridad, con la oportunidad de gobernar a otros con el uso de la fuerza que su proceder individualizado a desarrollado, sin pensar que esa posibilidad ante sus actitudes y sus comportamientos, es algo abismal acorde con la medición de su proceder.
"Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, ¿cómo sabrá gobernar a los demás?"
• Confucio.
El Estado debe fijar todas sus metas, en la distribución equitativa como respuesta al sacrificio económico comunitario, que no es compatible con el concepto de la autarquía, que defiende filosóficamente, la libertad individual, rechazando la partición estatal, por toda decisión individual.
Alguien realizó un paralelismo lógico entre la autarquía y la convivencia comunitaria y concluye en que la semejanza es de “la ciudad de los chivos, que viven sin ley”. Y, se arriba en que si hay leyes es para asumirlas porque ellas, las leyes, no están llamadas a asumir los comportamientos individuales de quienes directamente o por delegación las han construido.
“Todas/os de forma individual o colectiva, anhelamos la auto gobernanza, aunque ésta, no hay dudas, tiene sus bemoles”.
Dr. Pablo Valdez
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