La corrupción y la hipocresía


Porque la universidad es otra cosa.

Mahatma Gandhi (Mohandas Karamchand Gandhi), que en Nueva Delhi, capital federal de la República de la India, nació el 2 de octubre de año 1869 y falleció, el 30 de enero de 1948 a la edad de 78 años, manifestó en su oportunidad:

“La corrupción y la hipocresía no deberían ser productos inevitables de la democracia, como sin duda lo son hoy en día”.

                            Mahatma Gandhi

Llama la atención que setenta y cinco años después del fallecimiento del hombre que dio muestra fehaciente de que es posible combatir la violencia y la opresión con principios de pureza y dignidad y que convencido de que no debería hablarse de corrupción e hipocresía, cuando de libertad se trate, hoy se resalte a quienes se corrompen sobre la base de lo indebido y a los que avanzan con las galas de las mentiras, para hacerse competitivos.

La expresión popular de que “el que no transa, no avanza”, ha calado profundamente en los oferentes y aceptantes en el negocio de lo ominoso, abominable, execrable, odioso, azaroso y funesto.

Todo indica que la comunicación hispano parlante, ha creado tres nuevos idiomas, que traducido al inglés significan simulation, corruption e hypocrisy.

La simulación, la corrupción y la hipocresía que se basan en la búsqueda de engañar para avanzar, le dan un mentís al reciente estudio de Washington Post, que estima en 7,100 la cantidad de  los idiomas que se hablan en el mundo, por cuanto, esos tres conceptos, se han constituido, por la cotidianidad que han logrado en la conducta humana, en los nuevos idiomas de la comunicación humana.

“Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad”.

                            Séneca

Si el lograr metas, no define un camino en que los logros se puedan transparentar por ser producto de comportamientos lícitos, entonces tanto dentro como fuera, habrá que aplaudir el dicho de que “un político pobre, es un pobre político”, lo que no excluye a muchos de los de adentro, por haberle seguido el paso a los de afuera, perdiendo de vista que “la universidad es otra cosa”.



“El que tiene manos limpias y un corazón puro; quien no ha alzado su alma a la vanidad, ni ha jurado engañosamente. El recibirá bendición del SEÑOR, y justicia del Dios de salvación. Alza tus cabezas, oh puertas; y levantemos, puertas eternas; y el Rey de gloria entrará”.

                            Salmos 24

 

Dr. Pablo Valdez

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